INICIAR EL CAMINO (REGRESO AL PARAÍSO II)

Por: JUDIT
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Un mes más tarde

22h 44m  - Recibo el mensaje

Y así, me fui a subir la montaña,

que tenía varias colinas.

Observé el camino que recorrí;

Lloré y me lavé el alma

y en ese sentir perdido

me encontré enorme!

por dentro y por fuera.

Y en mí creció,

un alma de fe y abandono.

De sentimiento llené el valle,

para que reciclase

la impureza de la tierra

para la cual nací.

Que Dios me conduzca

a mi destino,

que en esta vida no hago mas que buscarlo,

con sed de sabiduría oculta en verdades,

de palabras vacías de significado,

mas plenas de alma y pasado.

Otro camino,

se vislumbra y me llevará a otra etapa,

a otro monte.

Así que me enfrenté a mí,

en esta vida

por Dios y Demonios arrastrada,

en recuerdos devastados

por la vanidad.

“Inicia el camino”

Ni traté de preguntarle nada más, ya que sabía que iba a tener el teléfono apagado.

No siempre es fácil de arreglar el pensamiento con el fin de descubrir la forma más coherente de empezar.

Por supuesto, sé que se trata de un camino solitario, que tiene que ser emprendido con determinación y al mismo tiempo con templanza. En mi imaginación lo veo iniciado con debilidad pero con la misma determinación que un niño tiene para empezar a caminar; no sabe cómo hacerlo, tiene miedo; pero nada lo puede detener.

Y esta misma fuerza innata, es la fuerza requerida para emprender el primer paso, en el camino hacia el paraíso.

No sé cómo emprenderlo, pero algo crece en el pecho; por ahora es sólo una pequeña sensación, que no sé definir.

Un día me hablaste de una inquietud, que no podía entender. Me dijiste que esto se presentó como si te despertase de los muertos; Cómo si tu corazón renaciese y comenzara a golpear a otro registro.

De los males del mundo, renaciste. Has sido invadido por las calles, por edificios, por el pueblo, por las caras, por miradas, por el dolor hasta que resultaba imposible respirar, mirar, pensar… Tan sólo te quedaste con el SENTIR y este sentir, te trajo la CONCIENCIA, esta ansiedad por el cambio y por lo tanto, la imposibilidad de volver atrás.

Ahora empiezo a entender lo que me habías dicho. De hecho esto que yo llamo sensación, me impulsa a continuar; No sé donde, o haciendo lo que; pero para continuar lo que ni es iniciado.

Todo esto es muy extraño!

Aprendemos muchas cosas en esta vida. Aprendemos a comer, a beber, a caminar, a charlar, a vestir, a leer y hasta a beber vino para olvidar sin dejar de mencionar los fármacos y otras drogas,  y también a jugar y a admirar. Todo esto, aprehendemos a lo largo de nuestras vidas, pero no aprendemos a ver, a mirarnos, a mirar hacia el otro y hacia el mundo. No vemos literalmente nada!

Nos pavoneamos envueltos en los trapos mejores que hemos sido capaces de tener y nos miramos, a nosotros y al mundo, en el pedestal fétido de nuestro Ego.

Poco guardamos de nuestro ingenio, ansiando y con una envidia cada vez mayor (que barbaridad, el sufrimiento de los demás es a veces mejor que el nuestro).

Este es el mundo que vemos, cuando aprendemos la mirada.

Lentamente, dentro de una alineación creciente, usted mismo ha adquirido esta misma cara, te has perdido a ti mismo y el propósito para el que tú naciste, en otras palabras, el de emprender el Camino de Regreso a ti mismo.

Como te he dicho, estoy empezando a comprender.

“Si realmente sé lo que significa vivir el gran Sentido,

entonces, sobre todo, temo la agitación.

Donde las grandes vías son bellas y lisas

pero el pueblo prefiere las veredas,

donde las leyes son estrictas

y en los campos prolifera la mala hierba,

donde los graneros están vacíos.

Pero las vestimentas son lujosas y elegantes,

donde cada hombre lleva en la cintura una espada afilada,

donde se es delicado en el comer y el beber,

donde hay exuberancia de bienes,

allí, reina la confusión, no el gobierno.

Lao Tse -Tao Te King LIII

JUDIT