SALUTACIONES
El Trueno
de Sión a José María Padilla.
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La
consideración que siento a todos los que aman la verdad es la fuente de mis
inquietudes.
El
hecho de ocultarse del exterior forma parte de la naturaleza del místico.
Existen interpretaciones distintas hacia este respecto, que generan
divergencias, en cuanto al hecho de ocultarse. Más vale suponer que el que se
esconde lo hace porque prescinde su yo, y no por atacar personalmente a nadie.
Tritón |
Todo
elemento de juicio o acción tiene su valor en el tiempo y en el espacio. Es por
ello, que ser de izquierdas, y criticar las dictaduras y las “democracias” si
suponía un valor de confrontación, con el consiguiente peligro, en la época
franquista. Sin embargo hoy día, el único valor que tiene es el identificarse
con una ideología, que en caso de ser socialmente más justa adquiere sólo un
carácter más humanitario.
Decir
hace sólo veinte años que eras vegetariano suponía también un gran valor, debido
a que la sociedad lo identificaba como algo raro y podían etiquetarte de
pertenecer a alguna secta. Sin embargo hoy día, incluso está bien visto, a
tenor de los millones de vegetarianos que ya hay en el mundo, y dado que su
cifra sigue en aumento. El hecho de ser vegetariano está aceptado actualmente,
y sólo adquiere el valor y el beneficio de la ventaja de serlo.
También
conviene recordar que no era igual ser cristiano en los primeros tiempos del
cristianismo, puesto que eran catalogados de pertenecer a la secta de los
nazarenos, siendo perseguidos y echados a los leones; si lo comparamos con los
“cristianos” de hoy día aceptados socialmente y sin ninguna trascendencia que
ponga en evidencia los poderes del mundo.
Luz de vela |
Los de la esencia basan sus hechos en la virtud de esforzarse por algo en lo creen sin lucirse, no sólo esto, si no que sacan a relucir aquellos elementos o cosas que no están aceptados socialmente y que a la sociedad no le conviene.
En la edad media, a éstos, los quemaban en la hoguera, hoy día te “matan” socialmente.
Los términos: Solitario, huérfano y nimio son denominaciones que adquieren los de la esencia, de ahí que muchos hayamos perdido familia, amigos, etc.
Por
eso, lo supremo es estar en contra del mundo, a expensas de que te etiqueten
como de pertenecer a una secta, estrategia que utiliza el sistema para
liberarse de la aberración de su conciencia. Debido a ello, la razón del santo
la convierten en necedad y su doctrina en locura.
El
santo, en la mayoría de los casos, no obra por sí mismo, sólo expone lo que las
doctrinas dicen. En este sentido, la sociedad se desenvuelve en la paradoja de
la mentira y la verdad. Resulta una gran hipocresía ver a un millón de
personas, muchos de ellos fanáticos, detrás de una imagen y adorándola (romería
del Rocío), hecho aceptado socialmente, sin embargo, esto es condenable por las
escrituras, por pertenecer al mundo de la idolatría. Si alguien se le ocurre
sacar a luz esta verdad, de inmediato será etiquetado de sectario.
Precisamente, en esto, consiste la estrategia del sistema: anular socialmente a
todo aquel que habla de la verdad, poniendo en peligro sus intereses.
Lobo con piel de cordero |
- El enriquecimiento de sus dirigentes.
- La alienación sistemática.
- La degeneración de la moral.
Estos
tres requisitos los cumple, con creces, el sistema que conocemos hoy día, con
el consiguiente escenario social: hambre, miseria, explotación, delincuencia,
criminalidad, paro, millones de gente enferma, corrupción sexual, etc. Cabe
pues preguntarse, ¿puede un jorobado criticar la joroba de otro, sin ver la
pirámide que lleva en su espalda?
De
igual manera, acusar de esconderse, a aquellos que hablan abiertamente y que
adornan sus ventanas con signos, imágenes y escritos que les comprometen socialmente (hoy día cualquier persona puede ser localizable), es ponerse al
lado del mundo y en contra de la doctrina de Dios.
“Estos
son murmuradores, querellosos, que andan según sus propios deseos, cuya boca
habla cosas infladas, adulando a las personas para sacar provecho”.
Judas 1:16
Silencio de cal y canto
por encender las farolas.
El espolón de los gallos
solo se bate en la aurora.
Ojos cerrados y sin brazos,
bajo un Cielo que reclama
el rumor de la justicia
y no la lengua callada.
Las estrellas guardadoras
sólo aletean sus alas
y van a los ventanales
de los que sacan la vara.
Triste el arco limitado.
Caballo blanco con muros.
Pinta una cruz en la puerta
al viento estelar maduro.
En el portal de Belén
falta la mula y el buey.
Van por el Gualdaquivir
en busca de un nuevo rey.
El León, junto a Tzu Hang.
El Trueno y el Campanero.
Antonio busca la Sal
que está cayendo del Cielo.
¡Oh!, José María Padilla,
tú rompiste el silencio.
La luz de tus ojos, a ciegas,
tu alma de luz luciendo.
Algunos
seudónimos de personajes históricos:
Paracelso |
Simón: Pedro (Piedra)
Lao Tsé: Viejo orejudo
Fu- Hi: Tritón
Paracelso: Philippus Theophrastus Bombast von Hohenheim
Cicerón: Marco Tulio
Pablo Neruda: Neftalí Ricardo Reyes
Trueno de Sión
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